Flan de queso philadelphia y nata

Receta ↓ Ángela Solar

¡Embárcate en un viaje de sabor con el flan de queso philadelphia y nata! Este postre, de textura sedosa y sabor celestial, se convertirá en el gran final de tus comidas.

¿Adoras los flanes? Pues prepárate para enamorarte de esta versión. La mezcla de queso philadelphia y nata es simplemente sublime, y te aseguro que dejará a tus comensales con ganas de más.

Si te gusta innovar en la cocina, no puedes dejar de probar el risotto de gambas, un plato principal que se robará los aplausos.

Y para aquellos que buscan algo más ligero, el pisto de verduras es una apuesta segura que nunca falla.

Hacer este flan es fácil y divertido, ¡así que atrévete a prepararlo y cuéntanos cómo te ha ido!

Ingredientes clave

Para que este postre de queso y nata sea un éxito, necesitas unos pocos ingredientes, pero seleccionados con cariño. Aquí te detallo cada uno para que tu postre sea inolvidable.

• Queso Philadelphia – La estrella del postre. Asegúrate de que esté a temperatura ambiente para que se mezcle sin problemas. Yo siempre opto por la versión completa en grasa para un sabor más intenso.
• Nata para cocinar – La nata aporta esa textura cremosa que todos buscamos en un flan. Recomiendo usar una crema con un mínimo del 35% de grasa para lograr la consistencia perfecta.
• Leche condensada – El dulzor justo y necesario viene de la mano de la leche condensada. Si prefieres controlar más el azúcar, puedes probar con leche evaporada y añadir azúcar al gusto.
• Huevos – Son el ingrediente que une todo. Usa huevos frescos y, si puedes, de gallinas criadas en libertad. Notarás la diferencia en el sabor y color de tu flan.
• Caramelo líquido – Para ese toque final que enamora. Puedes comprarlo ya hecho o aventurarte a prepararlo tú mismo en casa; es más fácil de lo que piensas y le da un toque personal a tu creación.

¡Pasos previos imprescindibles antes de empezar!

Antes de sumergirnos en la preparación de este delicioso flan de queso Philadelphia y nata, ¡hay algunos pasos imprescindibles que no puedes saltarte!

Recuerdo la primera vez que intenté hacer un flan casero... ¡qué desastre! Pero con el tiempo he aprendido algunos trucos que te aseguro que harán que quede perfecto.

• Preparación del molde y caramelo: El caramelo líquido le dará a tu flan ese toque dulce y crujiente que lo hace irresistible. Para prepararlo, simplemente calienta un poco de azúcar en un cazo a fuego medio-alto hasta que se derrita y adquiera un color dorado. ¡Ten cuidado, no dejes que se queme! Una vez listo, vierte el caramelo en el fondo del molde y deja que se enfríe antes de añadir la mezcla.
• Calentamiento de la nata y mezcla con el queso Philadelphia: La combinación de queso Philadelphia y nata es lo que hace que este flan sea tan cremoso y delicioso. Comienza calentando en un cazo a fuego medio hasta que esté tibia. Luego, añade el queso Philadelphia y bate hasta que esté completamente incorporado. ¡Este paso es crucial para evitar grumos en tu flan!

¡Y eso es todo! Con estos pasos previos, estarás listo para seguir adelante y preparar el flan de tus sueños.

¡Es hora de crear la mezcla mágica de nuestro flan de queso Philadelphia y su ingrediente secreto! Esta parte es crucial para obtener la textura perfecta y el sabor delicioso que tanto nos gusta.

Comienza por incorporar los huevos a la mezcla de queso Philadelphia y crema. ¡Hazlo con paciencia para evitar que se formen grumos! Recuerda que los huevos son el ingrediente clave para lograr una consistencia suave y sedosa en nuestro postre.

Una vez los huevos estén bien integrados, añade la leche condensada. Esta le dará su dulzor característico y lo ayudará a espesar. Me encanta usar leche condensada en mis postres, ¡le da un toque especial que todos adoran!

Después de mezclar bien la leche condensada, está listo para verter la mezcla sobre el caramelo en el molde. ¡Cuidado al hacerlo para no quemarte con el caramelo caliente!

¡Ahora viene la parte emocionante! Una vez hayas vertido la mezcla del flan sobre el caramelo en el molde, estás listo para cocinarlo al baño María. Precalienta tu horno a 180ºC y prepara una bandeja resistente al calor con agua. Coloca el molde con el flan dentro de la bandeja y hornea durante 40-45 minutos. ¡Sé paciente! Al cabo de ese tiempo, al insertar un cuchillo en el centro del flan, ¡debe salir limpio!

Una vez cocido, deja enfriar el flan a temperatura ambiente durante unos 30 minutos. Recuerdo la primera vez que hice un flan, ¡no podía esperar para probarlo! Pero, créeme, la espera vale la pena. Después, cúbrelo con film transparente y refrigéralo durante al menos 4 horas, o preferiblemente de un día para otro. Permitiendo que se asiente y adquiera la consistencia perfecta.