Flan de calabaza y queso

Receta ↓ Ángela Solar

¿Sueñas con degustar un postre otoñal repleto de sabor y cremosidad? ¡Entonces no puedes perderte este fabuloso flan de calabaza y queso!

Imagina el aroma cautivador de la calabaza recién asada, aderezada con los cálidos toques de canela y nuez moscada, inundando tu cocina. Cada delicada cucharada de este flan será una explosión de texturas y sabores que te transportarán a un mundo de placer gastronómico. La suavidad del queso se funde a la perfección con la dulzura de la calabaza, creando una combinación irresistible.

Prepara este exquisito postre en tu propia cocina siguiendo nuestra receta paso a paso. Es sencillo y accesible. Además, es una opción más saludable que los flanes tradicionales, gracias a los beneficios nutricionales de la calabaza.

Si eres un amante de los postres con queso, te recomendamos probar nuestra receta de flan de queso en olla express o nuestra deliciosa propuesta de flan de queso y leche condensada en Thermomix.

¡Sorprende a tus seres queridos con este flan de calabaza y queso lleno de sabor! Será el broche perfecto para una comida otoñal o una cena especial. ¡Atrévete a disfrutarlo y prepárate para recibir las felicitaciones de todos!

Los ingredientes que harán de este flan algo excepcional

Prepárate para disfrutar de un postre otoñal que cautivará todos tus sentidos. Los ingredientes que conforman este flan de calabaza y queso son la clave para una experiencia gastronómica memorable.

• Calabaza - 425 g de ese puré de calabaza recién hecha, con su aroma cálido y su textura suave como el terciopelo, serán el alma de este flan.
• Queso crema - 225 g de este lácteo cremoso y delicado se fusionarán a la perfección con la calabaza, creando una combinación irresistible.
• Huevos - Tres huevos grandes serán los encargados de dar estructura y ligar todos los sabores, aportando esa textura aterciopelada que tanto anhelamos.
• Azúcar - 150 g de azúcar granulada, la justa medida para realzar el dulzor de la calabaza sin opacar el resto de los sabores.
• Leche condensada - Los 395 g de esta leche espesa y cremosa serán los responsables de esa textura sedosa que hará que este flan se deshaga en tu boca.
• Leche evaporada - 360 ml de esta leche concentrada contribuirán a lograr esa cremosidad envolvente.
• Extracto de vainilla - Una cucharadita de este aroma sutil y elegante complementará a la perfección los demás ingredientes.
• Sal - Una pizca será suficiente para equilibrar los sabores y resaltar los matices.
• Especias - Canela, nuez moscada, jengibre y clavos de olor aportarán ese toque otoñal lleno de calidez que tanto anhelamos.
• Caramelo líquido - Imprescindible para crear esa capa crujiente en la base del flan, que hará las delicias de cualquier paladar.

Preparación del puré de calabaza

Comencemos por la estrella de este flan: la calabaza. Para lograr una textura suave y cremosa, es esencial contar con un excelente puré. Puedes optar por cocinar las piezas al vapor o asarlas en el horno, ambos métodos funcionarán a la perfección.

Si te decides por la cocción al vapor, empieza por lavar bien las piezas, quitarles las semillas y cortarlas en trozos. Colócalas en una vaporera y cocínalas durante unos 15-20 minutos, hasta que notes una ligera presión al pincharlas con un tenedor. Una vez listas, escurre bien el exceso de agua y tritura la calabaza hasta obtener un puré suave y homogéneo.

Por otro lado, si prefieres hornearla, precalienta el horno a 200°C. Dispón los trozos de calabaza en una bandeja, rocíalos con un chorro de aceite de oliva y espolvorea con sal. Introdúcelos en el horno y deja que se asén durante 30-35 minutos, o hasta que estén blandos y ligeramente tostados. Deja que se enfríen un poco antes de triturarlos hasta conseguir la textura de puré deseada.

Ya tienes la base lista. Ahora es el momento de combinar este puré de calabaza con el resto de los ingredientes que darán forma a este delicioso flan. En el siguiente apartado descubrirás cómo preparar la mezcla para lograr una textura irresistible.

Preparación de la mezcla del flan

Con el irresistible puré de calabaza ya listo, llega el momento de dar rienda suelta a nuestra creatividad gastronómica. Vamos a combinar con esmero los ingredientes que conformarán la base de este delicioso flan: un queso crema suave y cremoso, huevos, azúcar, leches condensada y evaporada, y un sutil toque de vainilla y especias otoñales.

Comencemos ablandando el queso con unas suaves varillas, hasta que quede sedoso y homogéneo. Seguidamente, iremos incorporando los huevos uno a uno, integrándolos por completo. A continuación, agregaremos el azúcar y batiremos hasta que se disuelva por completo, creando una base cremosa y aterciopelada.

Ahora es el turno de las leches: vierte la leche condensada y la evaporada de forma alternada, sin dejar de mezclar, hasta que se combinen a la perfección. Para finalizar, aporta el delicado aroma de la vainilla, así como las cálidas notas de canela, nuez moscada, jengibre y clavos de olor. Mezcla con suavidad hasta que los sabores se hayan unido en perfecta armonía.

Ya tienes la exquisita mezcla lista para verter en el molde con el caramelo. En el siguiente paso, aprenderás a hornear este flan de calabaza y queso, una delicia otoñal que dejará a todos con ganas de repetir.

Montaje del flan

Con el exquisito puré de calabaza y la cremosa mezcla de ingredientes preparados, llega el momento de dar forma a este delicioso flan. Comienza cubriendo el fondo del molde con una capa de caramelo líquido. Este sencillo gesto aportará un contraste irresistible de texturas y sabores, creando una base crujiente que hará las delicias de los comensales.

A continuación, vierte con cuidado la mezcla sobre el caramelo, procurando no llenar demasiado el molde. De este modo, el flan podrá expandirse durante la cocción sin riesgo de desbordarse. Para lograr un horneado uniforme, coloca el recipiente en una fuente más grande rellena con agua caliente. Así, el flan se cocinará al baño maría, envuelto en un ambiente húmedo y a temperatura controlada. De esta forma, obtendrás un resultado suave, cremoso y con una textura impoluta.

Cocción del flan

Llegó el momento de introducir este delicioso flan en el horno y dejar que la magia ocurra. Para lograr una textura suave y cremosa, es crucial seguir algunos pasos clave durante el proceso de cocción.

Precalentaremos el horno a 180°C y prepararemos un baño maría. Colocaremos el molde con el caramelo y la mezcla del flan en una fuente más grande rellena con agua caliente. Esta técnica asegurará que el postre se cocine de manera uniforme y delicada, sin que se reseque por los bordes.

Hornearemos el flan durante 60-75 minutos, revisando su estado de vez en cuando. Introduciremos un cuchillo o palillo en el centro para comprobar si sale limpio, señal de que está listo. Tendremos paciencia, pues el tiempo de cocción puede variar dependiendo de las dimensiones del molde y del horno utilizado.

Una vez que esté bien cocido, retiraremos con cuidado el flan del horno y lo dejaremos enfriar a temperatura ambiente. Es importante dejar que repose durante este tiempo, pues seguirá cuajando y adquiriendo esa textura suave y cremosa que tanto nos gusta.

Finalmente, introduciremos el flan en la nevera y lo dejaremos enfriar durante al menos 4 horas, o incluso podremos prepararlo con antelación y dejarlo reposar toda la noche. Así conseguiremos que la textura sea aún más aterciopelada y que los sabores se integren a la perfección.

Enfriamiento y desmoldado

Llegó el momento de dejar que este exquisito flan de calabaza y queso alcance su punto perfecto. La paciencia será clave durante esta etapa final, pues la recompensa será una textura cremosa y sedosa que hará las delicias de todos los comensales.

Dejaremos que el flan se enfríe paulatinamente a temperatura ambiente. Este proceso gradual permitirá que la textura se asiente y los sabores se integren armoniosamente. Una vez que haya alcanzado la temperatura ambiente, lo meteremos en la nevera y lo dejaremos reposar durante al menos 4 horas, o incluso durante la noche si disponemos de más tiempo. Cuanto más tiempo lo dejemos enfriar, más aterciopelada y cremosa será la textura final.

Llegado el momento del desmoldado, pasaremos con cuidado un cuchillo afilado alrededor de los bordes para despegar suavemente el flan del molde. Con delicadeza, lo voltearemos sobre un plato de servir y, ¡listo! Nuestro delicioso flan de calabaza y queso estará preparado para ser disfrutado en todo su esplendor otoñal.

En la siguiente sección, te revelaremos algunos consejos y sugerencias para realzar aún más este postre único y especial.

Consejos y sugerencias para realzar este flan otoñal

¿Quieres que este exquisito manjar de calabaza y queso luzca y sepa aún mejor? Permíteme compartir contigo algunos trucos y sugerencias que harán las delicias de tus invitados.

Una idea irresistible es decorarlo con unas cuantas nueces picadas justo antes de servir. Su crocante textura y sabor ahumado crearán un contraste cautivador con la cremosidad del mismo. O, si lo prefieres, puedes espolvorear una generosa capa de canela en polvo, aportando ese toque otoñal que tanto nos cautiva.

Si eres de los que disfrutan de los postres ultra cremosos, te recomendamos acompañarlo con una deliciosa salsa de caramelo o de chocolate. El dulce y untuoso sabor de estas salsas se fundirá a la perfección con la calabaza y el queso, creando una experiencia gastronómica que dejará a todos con ganas de repetir.

Y si no cuentas con un molde especial, no te preocupes. Puedes utilizar cualquier recipiente para hornear que tenga al menos 2 pulgadas de profundidad. Lo importante es que el manjar tenga el espacio suficiente para crecer y cuajar a la perfección durante la cocción.

Con estos sencillos trucos, este delicioso postre se convertirá en el estrella de tus reuniones otoñales. ¡Prepárate para recibir las felicitaciones de todos!