Flan de queso mascarpone y leche condensada en Thermomix

Receta ↓ Ángela Solar

¿Listo para dar a tu paladar un festín de sabores con un postre tradicional llevado a otro nivel? Entonces no puedes perderte esta espectacular receta de flan de queso mascarpone y leche condensada en Thermomix.

Imagina hundir la cuchara en una textura aterciopelada, donde el queso mascarpone se funde a la perfección con la dulzura cremosa de la leche condensada, creando un manjar que cautivará a tus papilas gustativas. Esta receta, preparada con la práctica y versátil Thermomix, es la respuesta a tus más dulces antojos.

Sigue nuestra receta paso a paso y sorprende a tus seres queridos con un postre casero rebosante de amor y tradición. ¡Una experiencia culinaria inolvidable que te hará suspirar de placer!

Ingredientes imprescindibles para un flan irresistible

¿Listo para descubrir los protagonistas de este flan de queso mascarpone y leche condensada en Thermomix? ¡Prepárate, porque estos ingredientes te harán suspirar de placer!

• Queso mascarpone - El rey indiscutible de esta receta, aportará una textura aterciopelada y cremosa que conquistará a tus papilas gustativas.
• Leche condensada - Su dulzor y cremosidad se fusionarán a la perfección con el queso mascarpone, dando como resultado un manjar celestial.
• Huevos - Serán los encargados de darle estructura y ligazón a este postre tan especial, convirtiéndolo en una auténtica delicia.
• Leche - Imprescindible para aportar suavidad y humedad, haciendo que el flan se deshaga en tu boca.
• Azúcar - Fundamental para crear ese delicioso caramelo que recubrirá y dará un toque crujiente al flan.
• Unas gotas de agua - Se unirán al azúcar para conseguir un caramelo perfecto, brillante y tentador.

Preparación del caramelo

Llega el momento de crear la base crujiente y dorada que envolverá nuestro flan. Para ello, calentaremos el azúcar y unas gotas de agua en la Thermomix a 120°C durante 15 minutos a velocidad 1. De esta forma, el dulce ingrediente se derretirá y alcanzará el punto perfecto de caramelización.

Una vez listo este caramelo líquido, lo verteremos con cuidado en el molde, cubriendo así el fondo y las paredes. Así lograremos que el flan quede envuelto en ese manto apetitoso y brillante que tanto nos hará suspirar.

Uniendo los sabores: preparando el flan

Llegó el momento de dar vida a la parte central de este postre tan especial: el flan. Aquí es donde los protagonistas, el queso mascarpone y la leche condensada, se fusionarán en una textura aterciopelada y cremosa que cautivará a tus papilas gustativas.

Para comenzar, incorporaremos estos dos ingredientes a la Thermomix. Luego, añadiremos los huevos, que serán los encargados de aportar la estructura y ligazón necesarias, y la leche, que conferirá suavidad y humedad a la preparación. Programaremos el equipo a velocidad 4 durante 1 minuto, hasta obtener una mezcla homogénea y envolvente.

Con la base lista, verteremos la preparación sobre el caramelo dorado y brillante que previamente hemos vertido en el molde. De esta manera, el flan quedará recubierto por esa capa que tanto nos hará suspirar al servirlo, contrastando su textura aterciopelada con el crujiente toque de caramelo.

Envueltos en una textura aterciopelada: la cocción del flan

Llegó el momento de dar vida a nuestro manjar, envolviéndolo en una textura que se derretirá en tu paladar. Para conseguirlo, seguiremos unos sencillos pasos que harán de este postre una auténtica delicia.

Comenzaremos cubriendo el molde con papel de aluminio. Esta barrera mantendrá la humedad y evitará que el flan se reseque durante la cocción. A continuación, lo colocaremos en una fuente con agua, asegurándonos de que el líquido llegue aproximadamente a la mitad del recipiente. De esta forma, obtendremos una cocción suave y uniforme, dando como resultado una cremosidad irresistible.

Precalentaremos el horno a 180°C y meteremos el flan a hornear durante 50-60 minutos. Durante este tiempo, será crucial no abrir el horno, pues podrías provocar que el postre se desinfle. Paciencia y confianza, que la espera merece la pena para dar vida a esa textura aterciopelada que tanto anhelamos.

Enfriando y desmoldando el flan con el máximo cuidado

Nuestro delicioso flan de queso mascarpone y leche condensada acaba de salir humeante del horno. Ahora llega el momento de tratar con el mayor de los mimos a esta creación, para que luzca espléndida en la mesa. Sigamos estos sencillos pasos con atención para lograr una textura irresistible y un desmoldado perfecto.

Lo primero es dejar que la preparación se enfríe a temperatura ambiente durante al menos 1 hora. Este descanso permitirá que la cremosa textura se compacte y asiente, evitando que se deforme al sacarlo del recipiente. Una vez transcurrido este tiempo, meteremos el flan en el frigorífico durante al menos 4 horas, o incluso toda la noche, para que termine de endurecerse y consolidar su estructura.

Llegado el momento de servir, pasaremos con sumo cuidado un cuchillo afilado por los bordes del molde, separando delicadamente el flan de las paredes. Luego, colocaremos un plato o fuente de servir boca abajo sobre el recipiente y, con un movimiento firme pero delicado, daremos la vuelta para desmoldarlo. Si todo ha salido a la perfección, la creación debería desprenderse sin problemas, luciendo su brillante y apetitosa capa de caramelo dorado.